El jardín del Príncipe es un jardín histórico localizado en Aranjuez, entre la calle de la Reina y el río Tajo. Creado por Carlos IV, es el resultado de unificar, mediante el estilo paisajista, un conjunto de trazados anteriores en uno común. Desde 1931 es Bien de Interés Cultural y desde 2001 es Patrimonio de la Humanidad como parte de la declaración Paisaje cultural de Aranjuez.
Situado al norte de la calle de la Reina, y delimitado por el río Tajo, su realización tuvo lugar en el último cuarto del siglo XVIII con la intención de unificar distintas actuaciones anteriores con nuevos espacios trazados bajo el concepto de jardín paisajista. Dichas actuaciones habían sido la organización de unas huertas entre 1553 y 1561 por Jerónimo de Algora y Juan Bautista de Toledo, bajo Felipe II, y la construcción del embarcadero y la calle homónima bajo Fernando VI. Estas actuaciones fueron reestructuradas bajo Carlos III y, finalmente, a partir de una Real Orden de 1772, Carlos IV terminaría los cuatro últimos jardines. En su ejecución trabajaron Pablo Boutelou, entre 1775 y 1784, y él mismo y Juan de Villanueva entre 1785 y 1808.
El jardín posee una longitud, entre un extremo y otro, de aproximadamente tres kilómetros, y abarca una superficie de 145 hectáreas. Su cerramiento está basado en un módulo de dos pilastrones de ladrillo —con un remate oval de piedra— y su correspondiente verja de hierro; se comenzó a levantar entre 1758 y 1759, de la mano de Santiago Bonavía, y los trabajos continuaron a partir de 1785. Tras la interrupción debida a la guerra de la independencia, se completó en 1845. Originalmente la verja era de madera, pero se reemplazó por la de hierro entre 1901 y 1905
Fuente: Wikipedia