Desde el pasado seis de septiembre y hasta el treinta y uno de diciembre se encuentra suspendido el tramo este de la línea 6 de Metro de Madrid entre las estaciones de Moncloa y Legazpi con sustitución sin coste para el viajero por un servicio especial de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.
Desde ese día he tenido que acudir varias veces al Hospital del Gregorio Marañón, ya sea una consulta o la realización de una prueba en bus dado que con andador las estaciones de Metro no cuentan todavía con ascensor.
Los viajeros de la línea 6 se acumulan en las paradas del servicio especial porque no han buscado rutas alternativas en transporte público ya sea con una mayor o menor número de transbordos para ir a trabajar, ocio o centro educativo. Además de que se puede ir caminando, a paso ligero atravesando por el kilometro cero de Nuevos Ministerios a Carabanchel en una hora, también debe de modificarse los tiempos empleados en movernos por la ciudad, por las obras y otras incidencias que ocurran en el itinerario.